Este dulce típico de Roma y que históricamente se comía durante la cuaresma nos ha robado el corazón. Definitivamente es una de esas recetas que recomendamos hacer en casa si os apetece meter las manos en la masa. El esfuerzo merece totalmente la pena.

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INGREDIENTES PARA LA MASA (para 7 u 8 maritozzi):

• 275g de harina de fuerza
• 80g de leche entera (se podrían usar 20g más al final del amasado si la masa queda seca. Esto dependerá del tipo de harina que se use).
• 40g de azúcar
• 1 huevo mediano (unos 55g)
• 20g de miel
• 10g de levadura fresca o 3g levadura de pan seca
• 5g de sal
• Ralladura de 1 naranja
• 60g de mantequilla

INGREDIENTES PARA DECORAR:

• 1 huevo batido para pintar
• 100g de azúcar para el almíbar
• 100g de agua para el almíbar
• 400g de nata líquida para montar (en algunos países la llaman crema dulce) para el relleno. Bien fría.
• Azúcar en polvo

INSTRUCCIONES PARA LA MASA:

1. En el bol de la amasadora agregamos todos ingredientes de la masa menos la mantequilla.
2. Comenzamos a amasar con el gancho a velocidad media durante unos minutos hasta que la masa vaya cogiendo cuerpo.
3. Si la mantequilla está fría, la metemos entre dos papeles de horno y aplastamos para ablandarla un poco.
4. Cuando la masa ya haya cogido algo de fuerza agregamos la mantequilla a la amasadora.
5. Seguimos amasando y subimos a velocidad media-alta.
6. En este momento hay que tener paciencia, ya que puede necesitar hasta 15 o 20 minutos de amasado, dependiendo de la capacidad de absorción de la harina. También podéis hacer dos o tres amasados «cortos» de unos 5 minutos con descansos de otros 5 minutos, tapando la masa con un plástico para que no se seque.
7. Será una masa hidratada pero con el gluten bien desarrollado. Al levantar la amasadora se debería quedar casi toda la masa en el gancho. Si no conseguís que vuestra masa coja cuerpo es porque vuestra harina no tiene suficiente fuerza, la próxima vez tendréis que usar una con un poco más de fuerza o bajar un poco la cantidad de leche.
8. Dejamos la masa en un bol grande y tapamos. Dejamos fermentar hasta que haya doblado su volumen.
9. Pasado este tiempo ponemos la masa en la mesa, con un poco de harina para que no se pegue, aplastamos bien para quitar las burbujas.
10. Dividimos en 7 u 8 porciones de 70 a 80g.
11. Hacemos una bola con cada una de las porciones y las colocamos en una bandeja con papel de horno.
12. Tapamos con un recipiente o un plástico y dejamos reposar hasta casi dupliquen su tamaño. Para comprobar que están en su punto óptimo de fermentación, se puede apretar ligeramente con el dedo y ver que vuelva lentamente a su estado original. Si vuelve muy rápido a su estado original es que le falta fermantación y si se queda la marca sin moverse es que se ha pasado de fermentación.
13. Pintamos los bollitos con huevo batido.
14. Horneamos a 170ºC (355ºF) sin aire o 150ºC (320ºF) con aire hasta que estén dorados. No hay que cocinarlos demasiado par no crear una corteza muy gruesa. Los nuestros se cocinaron en unos 15 minutos.
15. Mientras que están en el horno preparamos el almíbar. Para ello ponemos en una olla el agua y el azúcar, removemos hasta disolver y calentamos hasta que rompa a hervir. Reservamos.
16. Cuando estén listos, los sacamos del horno y pintamos la superficie de los bollitos con el almíbar. Dejamos enfriar completamente.

INSTRUCCIONES PARA DECORAR:

1. Una vez estén fríos preparamos la nata montada. Para ello ponemos la nata líquida (muy fría) en el bol de la batidora y comenzamos a batir con el accesorio de varillas.
2. Cuando esté a medio montar agregamos azúcar en polvo a gusto.
3. Montar hasta que forme picos duros, sin pasanos del punto ya que se puede cortar y convertir en mantequilla.
4. Ponemos la nata en una manga pastelera.
5. Cortamos los bollos sin llegar abajo del todo. Los abrimos y los rellenamos con la nata.
6. Con una espátula retiramos el exceso y alisamos.
7. Espolvoreamos con azúcar en polvo.

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